viajo
desde su gesto de hoy la vuelvo a ver
como cuando su sola imagen era
la caricia y la cuchara
la oración de la noche y su mano
al cruzar la calle
la magia de sacarle a escondidas
los zapatos de taco
los lápices de labios
por parecerme a ella
viajo por el tiempo larguísimo de sus edades
incluso aquellas en las que fue una extraña
que se limitaba a escuchar mi omnipotencia
y voy al fondo
de sus aguadas soledades de hace años
una memoria de nombres y costumbres
donde ya no hay rastro sin pisada
ni foto sin historia
hoy hay un llamado telefónico
que funciona como el pan
por parecerme a ella
viaje, en marca sobre marca, 2002
Querida Roxana, en nombre de mi madre que guardo en el corazón, te felicito por tu magistral poesía. Un gran abrazo. David Antonio Sorbille
ResponderEliminargracias, amigo!
ResponderEliminarBellísimo poema, Roxana. Me conmovió.
ResponderEliminarTe abrazo.
Alicia Márquez
gracias, Alicia!, por tu comentario y por tu abrazo!!
ResponderEliminarme encanto!y sabes que me vino a la memoria?...tus palabras a la monja:y si,mi mama ,todo el dia con la maquina....trrrra...trrraa.....trrraaa.
ResponderEliminarte acordas?.
sisisi, cómo no me voy a acordar!!, después conocí las demandas de los hijos desde el otro lado...y la entendí mucho más!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Mikita!