Ayer que es hoy, y mañana que también es hoy, llueven sapos con naturalidad. En su lomo llevan grabado el secreto de la tierra, y abren la boca, sonrientes. Pero hoy, justamente hoy -maldigo- este pronóstico extendido fracasa. Nada más caen pianos de cola, timbales y varios contrabajos con su correspondiente valija. Cruzar la avenida se ha puesto de temer. Es que se oye cierta sonatita en el aire. Temperancia, me digo, paciencia, barajar.
cro-cro cra-cra
la alegría del mundo
te pertenece
Esto es así, 2009
La realidad que estalla y la metáfora paciente de un gran poeta como Javier. A veces, hay que croar. David Antonio Sorbille
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