domingo, 13 de marzo de 2011

olas gigantes y azules, Alberto Girri

Como que todo
lo de la tierra
es imitable,
su trazo personal e impersonal,
parte de que todo
es uno,
y se complace con olas
gigantes y azules, faisanes,
un pescador
debajo de la luna, autorretrato,

y mueve a que doradas
carpas, variedad comestible,
fijen su hosquedad maligna
en los visajes de cortesanas
que prueben afeites,
están atentas a plácidos
dioses de la felicidad
auspiciando que feroces parejas
después de unirse se dulcifiquen,
extasiadas
ante sus pubis, nucas,
el caprichoso contorno
de vellos como helechos, palmeras.

as{i que nuestro
acompañar tanto despliegue
participe de lo múltiple,
compromiso en la mirada
que es compromiso con el tacto, vibración
desde cuerpos, masas;

y así que las efigies
quedamente musiten como
a la larga habrá sido estéril,
e insinuándonos que él
desdeñaría nuestra devoción,
escepticismo de hacedor
cuando después de realizar considera
que ninguna forma es segura
infiere que de lo esencial
ni siquiera consiguió leer
la primera página,

restricción de que todo
se deja imitar, salvo la verdad,
desde que la copia de algo
verdadero ya no es más la verdad.

"Hokusai", Alberto Girri, en 200 años de Poesía Argentina

Imagen: La gran ola de Kanagawa (1830 - 1833) Treinta y seis vistas del monte Fuji (富嶽三十六景 Fugaku Sanjūrokkei)
Katsushika Hokusai (1760–1849)

1 comentario:

  1. Los poemas de Alberto Girri son una travesía por los senderos bifurcados del lenguaje. Un placer encontrarme con su indudable maestría.

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