martes, 27 de abril de 2010

Lector: no Clasifiques: ¡fantasías!, con desvío, Macedonio Fernández

La presente publicación se inspira principalmente en el deseo de dejar argumentada una protesta, que ha tardado mucho en formularse, contra el noumenismo. Asombra que los pensadores, más aun los artistas, y sobre todo los hombres de Pasión -única justificación y fin de la vida y el arte y única condición en que hay una felicidad posible- no se hayan unido en protesta y para trabajar en la liberación del pensamiento humano de las impuras sombras que Kant le insufló, usando un poder intelectual privilegiado en negar la substancialidad del vivir y la adecuación de la inteligencia al ser, la Cognoscibilidad. El noúmeno y el agnosticismo son las peores obras de la inteligencia, y si la Pasión no se hizo renuncainte al contacto de estas dos tristezas, es porque ella es la certeza misma y el ser mismo. Pero hay algo en el día humano actual, en el Día posterior a Kant, que hace imperfecto el unísono de deslumbramiento con que el Día debe enloquecer a la Pasión.
Goethe debió acudir en socorro de la Belleza al sentir la repulsión que no puedo dudar experimentara ante los nutridos capítulos de este hurtador nuestro.
Creador de Margarita, de Mignon, ¿cómo pudo callar? Pasión, ¡Idoneidad suprema del Ser!
Lector: no Clasifiques: ¡fantasías!, con desvío.
Cotidiana tuya, como mía, es Fantasía.

No toda es vigilia la de los ojos abiertos, 1928, (fragmento), Macedonio Fernández
Foto: Susana Thénon

1 comentario:

  1. David Antonio Sorbille dijo...
    La perspicacia de Macedonio y su propuesta tan novedosa como estimulante a través de los tiempos.

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