miércoles, 1 de septiembre de 2010

y al mismo tiempo me tendió su pentagrama -tangotangotango-, Bibi Albert

a Carlitos Rossi

Me preguntan por qué
cuando canto
parezco un bailarín más que un cantor:
mis pies dejan el suelo y soy más alto,
y agita los manteles una brisa
que atraviesa curiosa el bodegón.

Les asombra también
mi traje blanco
en vez del lustre negro de rigor,
que la voz me debute en cada tango,
y asome a mi mirada la sonrisa
en vez de la nostalgia o el dolor.

Es que al cantar
el alma se me infla y se me empluma,
me agarra del amor y emprende el vuelo,
desmiente toda ley de gravedad.

Es que al trinar
me baño en el espejo de la luna,
clareo el escenario que es mi cielo
¡y salgo a gaviotar con el Zorzal!


La vida me arrolló como a cualquiera,
destruyó mi nido, me dejó sin norte.
Y al mismo tiempo me tendió su pentagrama
de beso en beso, de poste a poste.

Por eso es que renazco a primaveras,
ésas que florecen, como yo, de noche.
Me llamo Carlos como el pájaro fantasma,
y voy honrando llevar su nombre.


Me preguntan por qué
me entrego tanto,
de vuelta del aplauso y del telón.
Cómo es que me sigo emocionando:
los pájaros sabemos de cornisas
pero no de acostumbrar al corazón.

Cuando canto, Tango. Música y letra de Bibi Albert
Foto: facebook

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