miércoles, 24 de febrero de 2010

a medida que te internas, Arnaldo Calveyra

De nuevo ante tus ojos el espejo de proferir palabras, intocado espejo de nuevo intacto, desprovisto, por momentos, de hombre.

¿Pregunta acaso?, ¿te pregunta acaso? Nadie en él. Nadie a través suyo.

¿No queda nadie en el espejo? ¿Nadie entre palabra y palabra capaz de interrogar por la piedad del cuarto, de interrogar con su ojo glauco por la cancel agobiada bajo el percal de la glicina?

Me recuerdas la oblicuidad de la palabra en el momento de encontrar cabida en el verso.

Arnaldo Calveyra, Poesía reunida, 2008

1 comentario:

  1. David Antonio Sorbille dijo...
    El misterio de la palabra y la búsqueda incesante del significado. Gran poema.

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