lunes, 25 de enero de 2010

por eso casi nadie me saluda, Juana Bignozzi

Hace unos días he decidido luchar
y la sola idea de la lucha
me ha producido un cansancio tan infinito
que hasta mis mejores amigos guardan distancia respetuosa.
Además como he pasado al lado de los ríos más famosos del mundo
y no me suicidé en ninguno
mi falta de amor por la humanidad está suficientemente demostrada.
Como siempre hablo de los demás pero digo yo,
todos pueden dormir serenos
pensando que estas locas historias sólo pueden ser mías,
que ya sabemos qué clase de persona soy.
Mis mejores amigos sufren en distintas partes del mundo
y yo escribo cartas graciosas
sentada en medio del desierto bajo el sol de enero,
mientras mis vidas muertas insisten en volver.
Algunos de mis mejores amigos no se engañan
y me ofrecen tardes plácidas, retiran los objetos molestos,
hecen lugar a mi ruido.
Como soy infinitamente perezosa
creo que nunca intentaré luchar,
por eso casi nadie me saluda, otros dicen pobrecita,
y mis mejores amigos se burlan despiadadamente de los ingenuos
y no me hacen caso.

"spirit o sentido del humor, como gusten"
en PuentesPontes
Poesía argentina y brasileña contemporánea, 2003

1 comentario:

  1. David Antonio Sorbille dijo...
    Una manera de vivir. Una ironía que acompaña nuestra circunstancia. Una poesía singular.

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